LA UNIÓN CON CRISTO
LA UNIÓN con Cristo por la fe viviente es duradera; cualquier otra
unión debe perecer. Cristo nos escogió primero, pagando un precio infinito por
nuestra redención, y el verdadero creyente escoge a Cristo como lo primero, lo
último y lo mejor en todo. Pero esta unión nos cuesta algo. Es una unión de
completa dependencia, de la cual ha de entrar a formar parte un ser orgulloso.
Todos los que forman esta unión deben sentir la necesidad de la sangre
expiatorio de Cristo. Necesitan un cambio de corazón. Deben someter su propia
voluntad a la de Dios. Habrá una lucha con obstáculos internos y externos. Debe
haber una obra dolorosa de separación así como de unión. Deben ser vencidos el
orgullo, la vanidad, la mundanalidad, el pecado en todas sus formas, si queremos
unirnos con Cristo. La razón por la cual muchos encuentran la vida cristiana tan
deplorablemente dura, la razón porque son tan inconstantes, tan variables, es
que tratan de unirse a Cristo sin haberse separado primero de estos ídolos
acariciados.
Una vez formada la unión con Cristo, sólo puede ser
conservada mediante la oración ferviente y un esfuerzo incansable. Debemos
resistir, debemos negarnos a nosotros mismos, debemos vencer el yo. Mediante la
gracia de Cristo, por el valor, la fe y la vigilancia, podemos ganar la victoria
( Testimonies , tomo 5, pág. 231).
El Salvador se inclina hacia el alma
adquirida por su sangre, diciendo con inefable ternura y compasión: El Salvador
se inclina hacia el alma adquirida por su sangre, diciendo con inefable ternura
y compasión: "¿Quieres ser salvo?" "¿Quieres ser salvo?" Juan 5: 6.* El os
invita a levantamos llenos de salud y paz. No esperéis hasta sentir que sois
sanos. Creed en la palabra del Salvador. Poned vuestra voluntad de parte de
Cristo. Quered servirle, y al obrar de acuerdo con su palabra, recibiréis
fuerza. Cualquiera que sea la mala práctica, la pasión dominante que haya
llegado a esclavizar vuestra alma y vuestro cuerpo, por haber cedido largo
tiempo a ella, Cristo puede y anhela libraros. El infundirá vida al alma de los
que "estabais muertos en vuestros delitos".Efe. 2: 1.Efe. 2: 1.*Librará al
cautivo que está sujeto por la debilidad, la desgracia y las cadenas del
pecadoLibrará al cautivo que está sujeto por la debilidad, la desgracia y las
cadenas del pecado (El ministerio de curación, pág. 56). (Nota: Juan 5: 6.* El
os invita a levantamos llenos de salud y paz. No esperéis hasta sentir que sois
sanos. Creed en la palabra del Salvador. Poned vuestra voluntad de parte de
Cristo. Quered servirle, y al obrar de acuerdo con su palabra, recibiréis
fuerza. Cualquiera que sea la mala práctica, la pasión dominante que haya
llegado a esclavizar vuestra alma y vuestro cuerpo, por haber cedido largo
tiempo a ella, Cristo puede y anhela libraros. El infundirá vida al alma de los
que "estabais muertos en vuestros delitos".)
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